LA MIEL
La miel es una solución dulce y densa que
fabrican las abejas como alimento para la escasez del
invierno y mantener la temperatura de la colmena de manera óptima (de 17 a 34 grados).
La composición de la miel consiste en una mezcla de fructosa, sacarosa, maltosa y glucosa,
que son unas clases de azúcares, y agua, aceite y unas enzimas especiales que producen las abejas.
Las abejas pecoreadoras
son las abejas obreras que se encargan de salir fuera de la
colmena en busca de alimento. El estadio de vida de una obrera se podría
definir así: tardan 21 días en nacer, pasan 21 días en la colmena limpiando,
alimentando larvas y produciendo cera, y terminan viviendo otros 21 días como
abejas pecoreadoras.
El primer paso que siguen las abejas pecoreadoras
para fabricar su miel, es ir de flor en flor recolectando los jugos dulces o
néctares que las flores producen. Con sus lenguas, las abejas succionan o liban
el néctar y lo almacenan en un estómago intermedio (buche melario).
Durante el
vuelo, suelen alcanzar velocidades normales de 24 km. por hora, llegando hasta
picos de 40 km. por hora a veces. A lo largo de su vida, una abeja volará unos 800 km. y sólo producirá media cucharadita de
miel, aunque trabajará de 7 a 10 horas diarias.
Después de proveerse del
néctar, la abeja vuelve a la colmena y regurgita el néctar
acumulado en las bocas de las abejas almacenadoras, que son las encargadas de
recibir el néctar de las abejas pecoreadoras.
Estas abejas almacenadoras, tienen la tarea
de adicionar unas enzimas que fabrican ellas mismas al néctar. Después el
néctar se almacena en las celdas del panal, y cuando éste madura con el tiempo,
se convierte en miel.
Las enzimas que las abejas depositan en el
néctar, causan que el agua se evapore hasta alcanzar un 18% de humedad y de ese
modo se fabrica la sustancia viscosa que todos conocemos como miel.
La miel es uno de los alimentos más
fáciles de digerir y de propiedades curativas reconocidas, como el tratamiento
de faringitis debido a su textura suave y espesa que suaviza la garganta.
Debido a
que la miel tiene la habilidad de absorber el aire, se emplea para humedecer en
los productos de repostería.
La miel
tiene diferentes colores y sabores dependiendo de la antigüedad de la misma y
de la clase de flor de donde el néctar fue extraído.
Cuando se dice abeja, la mayor parte de la gente piensa en la
miel. Tradicionalmente, en casi todas
las sociedades sobre la tierra, se conoce y se utiliza la miel.
Pinturas rupestres cerca de Valencia en España de hace 15 000
años representan a hombres recogiendo miel. La Biblia y el Corán alaban las virtudes de la miel como un alimento de
valor nutritivo. La reputación de la miel como alimento sano y popular es
una excelente base sobre la cual construir un sistema de vida y desarrollo.
Las flores necesitan que las abejas las visiten para que las
plantas sean polinizadas. Como incentivo producen su néctar. El néctar es una
solución de azúcares y otros elementos menores que las abejas recogen para
fabricar un compuesto que se convierte en miel.
Los diferentes tipos de
miel contienen diferentes azúcares que cambian según el origen del néctar y
de otras sustancias en cantidades mínimas, como las sales minerales, las
vitaminas, las proteínas y los aminoácidos.
La temperatura de un panal cerca del área de almacenamiento de
la miel ronda los 35° C. Esta temperatura, y la ventilación producida por las
abejas abanicando con sus alas, causan la evaporación del agua. Cuando la
cantidad de agua se reduce al 20% más o menos, las abejas sellan los alvéolos
con una capa de cera. La miel se
considera entonces lista y deja de fermentar.
De esta forma las abejas tienen a disposición una fuente
concentrada de alimento almacenada en un espacio reducido. El riesgo de
fermentación es inexistente porque las bacterias no se desarrollan en la miel
que no se deteriorará durante su almacenamiento. Esta reserva de alimento da
sustento a las abejas cuando no hay flores.
El polen es un elemento
secundario, pero importante de la miel. Es transportado al nido y
almacenado separadamente del néctar, pero algunos gránulos inevitablemente caen
en el néctar y tarde o temprano en la miel. El polen observado en la miel, a
través de un microscopio, puede identificar las plantas que han visitado las
abejas.
El aroma, gusto y color
de la miel son determinados por las plantas de las cuales las abejas han
recogido el néctar. Los girasoles, por ejemplo, le dan un color dorado; el
trébol produce una miel blanca y dulce; las agaves le dan a la miel un sabor
desabrido, muy popular en algunas sociedades.
La miel oscura
generalmente tiene un sabor fuerte y a menudo presenta un alto contenido
mineral; la miel clara tiene un
sabor más delicado. La popularidad de las mieles oscuras y claras cambia de
país a país. El color puede ser también sinónimo de calidad, porque la miel se
vuelve más oscura durante su almacenamiento si es climatizado. Sin embargo,
algunos tipos perfectamente frescos y no climatizados pueden ser de color
oscuro.
La glucosa es un
componente fundamental de la miel. Cuando se condensa se vuelve sólida y es
conocida como miel cristalizada. Dependiendo de las plantas que las abejas
visiten, algunos tipos de miel son más favorables a la cristalización que
otros; la consistencia de casi todos los tipos de miel se cristaliza si la
temperatura se estabiliza entre 15 y 24° C. Al igual que el color, el sabor de
la miel viene apreciado por diferentes pueblos en diferentes calidades.
Algunos prefieren la miel
cristalizada, otros la prefieren líquida. La cristalización es un proceso
natural; no hay diferencias de valor nutricional entre la miel sólida y la
líquida. Algunos tipos de miel tienen una apariencia nublada, porque presentan
un alto contenido de polen. Este tipo es considerado de inferior calidad aunque
su valor nutritivo sea mayor. En Europa y Norteamérica se está desarrollando un
nuevo mercado de la miel filtrada a frío sin eliminar el polen.
La cosecha de la miel
Los apicultores consideran lista para la cosecha la miel cuando
está sellada con una capa de cera. La miel en este estado es pura y perfecta,
ya sea que se encuentre en un panal silvestre, una colmena cuidada o en una
colmena industrial más sofisticada.
Es fundamental preservar la pureza de la
miel durante las actividades de cosecha y transformación a pesar del riesgo de
contaminación, recalentamiento o la sobre-filtración. Esto significa que los
apicultores rurales, usando materiales sencillos, pueden producir miel de alta
calidad.
La transformación de la miel en pequeña
escala necesita los mismos materiales utilizados en otras formas de elaboración
de alimentos: marmitas, tazas, coladores o filtros de tela y envases.
Propiedades de la miel de abeja
Son
incuestionables las excelentes propiedades de la miel de abeja y los enormes
beneficios que su consumo reporta al organismo.
Por su
alto contenido en azúcares, la miel es un alimento básicamente energético. Aunque aporta menos calorías que el azúcar, ten
en cuenta que una cucharadita de miel pesa mucho más que una de azúcar.
Por
otra parte, si bien es cierto que su poder para neutralizar las bebidas ácidas
es mayor, es bastante menor para endulzar las calientes, en las que
habitualmente se emplea.
Las abejas recogen el néctar de las flores
y de ahí elaboran la miel, podemos decir que las propiedades curativas de la miel de abejas son muchas y debemos
aprovecharlas. Por las propiedades que posee es utilizada como un remedio
curativo desde tiempos remotos, ya que desde hace mucho tiempo se la reconoce
como antiséptica, dietética,
edulcorante, tonificante, calmante, laxante y diurética.
La miel es una sustancia que contiene un
gran nivel de proteínas y es muy curativa y esto es comprobado científicamente,
es una gran fuente de energía aparte es
muy eficaz en la lucha de enfermedades cardíacas y es depurativa del organismo.
También se ha comprobado que la miel es expectorante y curativa de la
garganta, asma, gripes y para aumentar las defensas del organismo es muy
bueno consumir una mezcla de miel con limón, también es muy beneficiosa para favorecer la digestión, el tránsito
intestinal y puede llegar a curar úlceras gastrointestinales.
También está comprobado que durante la menopausia de la mujer la miel estimula las
hormonas, lo que la convierte en una sustancia muy saludable. También
previene el dolor menstrual si es ingerida unos días antes que esta aparezca.
También tiene un gran poder antibiótico y es emoliente, por lo que puede ser empleada la miel en el
tratamiento de heridas, úlceras, quemaduras, etc. es la sustancia que posee
mayores poderes antimicrobianos.
En caso de tener una herida en la piel puedes aplicarte apósitos embebidos en miel que
es el mejor remedio natural para la herida, la miel contiene hidrofilia por lo
que absorbe el agua dejando la herida limpia sin eliminar el nuevo tejido que
el organismo genera.
Tomada
en ayunas con limón es un remedio
contra el resfriado, las dolencias de garganta o la congestión nasal.
La
viscosidad de la miel de abeja proporciona una barrera protectora que dificulta
las infecciones en las heridas. Además, la miel actúa como desinfectante, acabando con muchas de
las bacterias que pueden infectar las heridas.
Contribuye
a generar un ambiente húmedo en la herida que permite que esta
se cierre sin cicatriz, estimulando
el crecimiento de tejido fino bajo la superficie de la piel.
La
miel de abeja presenta una acción
antiinflamatoria que reduce el dolor y la hinchazón a la vez que
mejora la circulación, acelerando la curación de la herida. Por eso se utiliza,
en uso externo, para reducir la inflamación y molestias de las hemorroides.
Es muy importante tener en cuenta que
estas propiedades se atribuyen a la miel natural sin procesar, no a la que
encontramos en los supermercados.
En comparación con el azúcar que te aporta 400 calorías cada 100 gramos, la miel sólo tiene 322 calorías.
Es fuente de antioxidantes, ácidos naturales, minerales, vitaminas, aminoácidos,
enzimas y otras sustancias, responsables de los beneficios que reporta su
consumo para tu salud.
Además, si sustituyes el azúcar por la
miel, evitarás la pérdida de calcio que provoca el
consumo de azúcar.
Por otra parte,
son conocidos los poderes curativos de la miel. Te será útil como antiséptico, fortificante,
calmante, laxante, diurético y bactericida, entre otras aplicaciones
terapéuticas.
Su consumo es muy recomendable si eres
deportista, ya que sus nutrientes son
rápidamente aprovechados por el organismo.
¿Cómo sustituir el azúcar por miel?
Para emplear miel en lugar de azúcar en diferentes
recetas, ten en cuenta lo siguiente:
· Sustituye una taza de azúcar por las tres cuartas
partes de miel, ya que la miel tiene un mayor poder
endulzante.
· Reduce los ingredientes líquidos de la receta, ya que la miel posee un mayor
porcentaje de agua.
· Añade una pizca de bicarbonato de sodio, para dar el necesario toque de acidez a la
preparación.
· Si vas a hornear, baja un par de grados la
temperatura del horno, para evitar que se queme.
¿En qué casos debes ser caut@ con el consumo de miel?
· Si estás a dieta,
debes saber que puedes incorporarla, siempre que no te excedas.
· Si eres diabético,
ya que al igual que el azúcar, la miel está compuesta básicamente por azúcares
simples que disparan los niveles de glucosa en sangre.
·
Si eres alérgico. En ocasiones el consumo de miel puede causar
reacciones alérgicas, debido a alérgenos presentes en el polen de determinadas
plantas.
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