LA
TINTA
La tinta es un líquido que contiene varios pigmentos o colorantes utilizados para colorear una superficie con el
fin de crear imágenes o textos. Comúnmente se considera que la tinta es
utilizada en lapiceros, bolígrafos o pinceles; sin embargo, es utilizada extensivamente en toda clase
de impresiones.
Las tintas antiguas consistían
en la unión de un pigmento llamado negro
de humo, cola y sustancias aromáticas. Había que mezclar con agua para
luego usar. Fueron las conocidas con el nombre de tinta china. En la actualidad
se utilizan para dibujos y artesanías, y se fabrican de todos los colores, con
diversos tintes sintéticos que reemplazan al negro de humo.
HISTORIA DE LA TINTA
Se atribuye la invención de la
tinta a los chinos, quienes la
inventaron unos 2500 años antes de Cristo. Las primeras tintas estaban
hechas con tinturas vegetales naturales. Ya en las primeras pinturas rupestres
creadas por el hombre en las cuevas y paredes rocosas, se encuentran rastros de
emulsiones coloreadas con las que pintaban sus trazos.
La tinta se comenzó a usar en la antigüedad para escribir en papiro.
Se han encontrado también en Egipto antiguas escrituras en negro y en rojo, en
papiros escritos con cálamo, en algunos hipogeos (Sepulturas subterráneas).
Lo cierto es que existen manuscritos tanto chinos, como
egipcios que muestran la existencia de una sustancia liviana, ideal para
escribir. Las tintas que usaban los escribas medievales provenían de dos
recetas usualmente preparadas en aquellos tiempos.
Una era la mezcla del negro de humo con goma y agua que era realmente eficaz y
duradera, y la otra era la mezcla de
sulfato ferroso con una poción realizada de las agallas de roble.
Los emperadores y reyes escribían con una tinta purpúrea (sácrum encáustum)
que solo ellos tenían derecho a usar y estaba hecha con la sangre del murex, un molusco que producía la púrpura. El emperador
de Oriente León Augusto dispuso por una ley expresa que la firma purpúrea era
privativa de la majestad mandando que no se formasen con otro color que con el
purpúreo las inscripciones imperiales.
Se escribían también algunos libros con letras de oro o plata,
tales como los libros sagrados que Eleazar, príncipe de los sacerdotes envió a
Tolomeo II Filadelfo, ejemplar que demuestra la antigüedad de esta costumbre.
En el imperio de Oriente estuvo
tan admitida la práctica de escribir en oro que la historia de Constantino hace
mención del oficio decrisographos o escritores
de letras de oro.
Se escribía antiguamente con tinta colorada que llamaban indiferentemente milton, minium, cinabrio y sinopis cuyas voces explica Plinio. De este color ser servían para las letras mayúsculas, para los títulos y sinopsis de los capítulos de las leyes, cuyo resumen facilitaba la memoria y la inteligencia, de cuyo color rojo rubro tal vez vino el llamarse rúbricas los títulos de las leyes, las rúbricas eclesiásticas y hasta el derecho supremo o de soberanía como el que procedía de las leyes de las Doce Tablas en el derecho civil o romano a la manera que el Album Praetoris y demás tribunales inferiores le tomaron del Albo. Los nombres de los emperadores estaban escritos en rojo en los estandartes.
La
venta comercial de tintas preparadas se popularizó en el siglo XVIII. El
avance de la pluma metálica requirió otro tipo de tintas distintas a las usadas
hasta ese momento con pluma de ave, ya que el tipo de tinta existente corroía
las plumas metálicas.
Luego en el siglo XIX, se
empezaron a producir tintas más adecuadas para escribir con plumas metálicas.
En 1856 se introdujeron los colores provenientes de anilinas que resultaron ser
menos corrosivos que los colores anteriormente empleados.
COMPOSICIÓN
Cuando aparecieron las estilográficas se fabricaron tintas
especiales, de secado rápido. Los bolígrafos usan tintas más similares a
las de imprenta. Éstas se fabricaban en sus comienzos, con negro de humo
mezclado con barniz o aceite de linaza hervido.
En la Europa del Siglo XIII aparecen las tintas de color,
para lo cual se les incorporaban pigmentos, y barnices que variaban según la
superficie a imprimir. Hay tintas de imprenta que se acercan más a la pintura
que a la tinta para escritura.
Las tintas que se usan para
imprimir están formadas por un agente
colorante, que puede ser un pigmento vegetal, mineral o sintético, en un medio
o vehículo, que puede ser agua, aceite o barniz, y aditivos, que le dan la
consistencia y características físicas adecuadas.
TIPOS DE TINTAS
Las variedades más antiguas de tinta que se conocen incluyen a la tinta
china, varios colorantes hechos a partir de metales, la cáscara o cobertura de
diferentes semillas y animales marinos como el calamar o el pulpo.
La tinta china es negra y originaria de Asia. La tinta de nuez fue
utilizada por muchos artistas antiguos para obtener coloración marrón-dorado
utilizada en sus dibujos.
Las tintas pigmentadas contienen otros componentes como los barnices
para asegurar la adhesión del pigmento a la superficie y prevenir que sea
removida por efecto de abrasión mecánica. Estos materiales son generalmente
resinas (en tintas solventes) o aglutinantes (en tintas al agua).
Las tintas pigmentadas tienen
la ventaja que cuando son empleadas sobre papel, éstas permanecen sobre la
superficie aplicada. Esto es una característica deseable, porque cuanta más
cantidad de tinta queda sobre el papel, se
necesita menos cantidad de tinta para obtener la misma intensidad de color.
Los
colorantes, sin embargo, son generalmente mucho más fuertes y pueden
producir más color de una densidad dada por unidad de masa, porque el tamaño de
partícula es menor que el de un pigmento. Sin embargo, debido a que los
colorantes son disueltos en una fase líquida, tienen una tendencia a ser absorbidos
por el papel, haciendo a la tinta menos eficiente y también permitiendo que se
corra de su lugar, produciendo un efecto desprolijo y de poca calidad en la
impresión, sin embargo estos tienen mayor transparencia que los pigmentos por
tanto en cuyos casos se requiera de menor opacidad estos son los idóneos.
Para solucionar este problema,
las tintas basadas en colorantes son fabricadas con solventes como el toluol (metil benceno) y xilol (dimetil
benceno) que hacen su secado mucho más rápido porque el punto de ebullición de
estos solventes es menor o son utilizadas con métodos de impresión de secado
rápido, como el soplado con aire cálido sobre la impresión fresca.
Otros métodos, particularmente
aconsejables para tintas que no son utilizadas en aplicaciones industriales
(debido a que poseen una alta toxicidad) tales como las impresiones a chorro, incluyen el recubrimiento del papel con
una capa cargada. Si el colorante tiene la carga contraria, entonces es atraído
y retenido por esta capa, mientras que el solvente es absorbido por el papel.
Una ventaja adicional de los sistemas basados en la tinta con colorantes es que las moléculas de los colorantes interactúan químicamente con los otros componentes de la tinta. Esto significa que ellos pueden beneficiarse más que la tinta pigmentada de aclaradores ópticos y de resaltadotes de color para incrementar la intensidad y apariencia de los colorantes.
A causa de que los colorantes
adquieren su color a partir de la interacción de electrones en sus moléculas,
la manera en que los electrones se puedan mover es determinada por la carga y
rango de la dislocación del electrón con los otros ingredientes de la tinta. El
color surge de en función de la energía de la luz que recae sobre el colorante.
Una desventaja de los métodos basados en tinta coloreada es la mayor susceptibilidad al desvanecimiento, especialmente cuando se expone a rayos ultravioletas como los emitidos por la luz solar.
Una desventaja de los métodos basados en tinta coloreada es la mayor susceptibilidad al desvanecimiento, especialmente cuando se expone a rayos ultravioletas como los emitidos por la luz solar.
Las tintas también se clasifican de acuerdo a cómo se secan, porque esta es una de sus propiedades más importantes. Hay tintas que se secan por oxidación, por evaporación o por absorción. Las tintas más modernas se secan al entrar en contacto con el papel. También hay tintas llamadas monoméricas que se secan cuando son expuestas a ciertas radiaciones como luz ultravioleta o rayos gamma. Este tipo se usa en impresiones de alta velocidad.
Hay tintas que se secan con el calor, y otras que, por el contrario, se calientan para imprimir y secan al enfriarse. Es importante que el tiempo de secado sea el suficiente para que las tintas no se corran o pinten las demás copias al ser apiladas (a esto se le llama repinte).
La consistencia de la tinta también es de gran importancia. Tiene que tener el grado exacto de espesor y pegajosidad para que se adhiera bien al papel sin emplastarse.
TINTA EN IMPRESORAS
En las impresoras de inyección la tinta va incluida un cartucho. Se usa un cartucho para el negro. Los demás colores se forman mezclando en diferente proporciones magenta, amarillo o cian.
A veces se utilizan más de 3
colores + negro para mejorar la calidad de la impresiones fotográficas, normalmente 5 o 6 + el negro.
En las impresoras matriciales
se usa una cinta impregnada en tinta como las máquinas de escribir y en las
láser se usa el tóner.
Aparte de tintas para cada color se usan también tintas fluorescentes invisibles que solo se ven a la luz ultravioleta.
Aparte de tintas para cada color se usan también tintas fluorescentes invisibles que solo se ven a la luz ultravioleta.
También tinta o toner magnético para procesado
automático, tinta con efecto papel carbón, incluso se están desarrollando tintas borrables.
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