miércoles, 4 de noviembre de 2015

LAS AURORAS BOREALES




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Ocurren cuando partículas cargadas (protones y electrones) procedentes del Sol, son guiadas por el campo magnético de la Tierra e inciden en la atmósfera cerca de los polos. Cuando esas partículas chocan con los átomos y moléculas de oxígeno y nitrógeno, que constituyen los componentes más abundantes del aire, parte de la energía de la colisión excita esos átomos a niveles de energía tales que cuando esa energía disminuye la devuelven en forma de luz visible.
Una explicación más técnica sería: una aurora polar se produce cuando una eyección de masa solar choca con los polos norte y sur de la magnetosfera terrestre, produciendo una luz difusa pero predominante proyectada en la ionosfera terrestre. Esta luz se ve de colores por estos átomos.
Las auroras aparecen en dos óvalos centrados encima de los polos magnéticos de la Tierra, que no coinciden con los polos geográficos. La posición actual aproximada del Polo Norte magnético es 82.7º N 114.4º O.
Se le llama aurora boreal cuando se observa este fenómeno en el hemisferio norte y aurora austral cuando es observado en el hemisferio sur. No hay diferencias entre ellas.

Las auroras boreales han fascinado a viajeros durante generaciones.

Cada aparición de la aurora boreal es única. En algunas ocasiones ves tres bandas verdes, bailando en el cielo nocturno. Otras veces se muestra como una cortina de verde eléctrico o como un tornado de luz tenue. El color es un verde luminoso a veces con un toque de rosa en los bordes y ocasionalmente violeta en el centro.

Si hay mucha actividad allí arriba la aurora muestra una explosión final durante uno o dos minutos en forma de corona. Tras eso la aurora se termina de golpe y uno se pregunta si eso fue real o sólo un sueño.  
Explicación científica de las auroras boreales



El Sol está detrás de la formación de las auroras. Durante las grandes explosiones y llamaradas solares, se lanzan enormes cantidades de partículas desde el Sol al espacio.

Estas nubes de partículas viajan por el espacio a velocidades comprendidas entre 300 y 1000 kilómetros por segundo. Cuando las partículas entran en el escudo magnético de la Tierra, son atraídas hacia un círculo que rodea el Polo Norte magnético, donde interactúan con las capas altas de la atmosfera. La energía que se libera da pie a las auroras boreales. Todo este proceso sucede a unos 100 kilómetros sobre nuestras cabezas.
El espectáculo de la aurora boreal ha creado tantas leyendas como personas la han visto. El tambor de los chamanes de los sami muestra símbolos de la aurora boreal. El fenómeno tiene varios nombres en sami; por ejemplo, es conocido como Guovssahas, que significa "la luz que puede oírse". Tradicionalmente, los Sami, el pueblo indígena de Noruega, han asociado la aurora boreal con el sonido. Durante la época vikinga, la aurora boreal era la armadura de las vírgenes guerreras valkirias, que emitían una extraña luz destellante. 


Tras el espectáculo de formas y colores de una aurora boreal se esconde una carrera de electrones cargados de energía que hasta ahora los científicos no habían conseguido explicar. Un equipo de físicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha realizado una simulación por ordenador que resuelve el misterio y, además, ayudará a predecir las corrientes de electrones súper energéticos que circulan por el espacio y que pueden causar daños en los satélites.

Cuando el viento solar choca con el campo magnético de la Tierra, éste se estira como si de una banda elástica se tratase, y acumula dentro toda la energía. Llega un momento en el que las líneas del campo magnético se reconectan y liberan de golpe toda esta energía, lo que propulsa a los electrones de vuelta a la Tierra.
Cuando estas partículas tan aceleradas chocan con la parte superior de la atmósfera se genera el plasma llamado aurora, causante del despliegue de brillos y colores que se puede observar en los polos en determinadas épocas del año.



Lo que desconcertaba a los científicos era el gran número de electrones generados en estos eventos, ya que, según la teoría, sería imposible sostener un campo eléctrico en las líneas del campo magnético. Sin embargo, la simulación del MIT, cuyos resultados se publican en Nature Physics, ha demostrado que es este campo lo que precisamente se necesita para acelerar los electrones.
Además, según los datos del simulador, la región activa de la magnetosfera, que es el lugar donde se produce la liberación de electrones, es unas mil veces más grande de lo que se pensaba. Este volumen es suficiente para explicar la enorme cantidad de electrones con gran aceleración que han sido detectados en las misiones espaciales.

La simulación, que se ha realizado con un súper-ordenador del National Institute for Computational Science (Tennesse, EEUU), tuvo una duración de once días durante los cuales se siguió el movimiento que realizaban 180 billones de partículas virtuales durante un evento de reconexión magnética.  Sus autores explican que el fenómeno tiene lugar en muchas regiones del espacio y que estos electrones súper energéticos podrían incluso destrozar una nave o un satélite, por lo que es necesario ser capaz de predecir el lugar y momento en los que se producirán estos fenómenos para evitar catástrofes espaciales.



Cuándo ver la aurora boreal

Ver la aurora boreal es un momento mágico que te dejará sin palabras.
Tus posibilidades de verla son mayores entre el equinoccio de otoño y el de primavera (21 de septiembre al 21 de marzo). La aurora boreal es más frecuente a finales de otoño e invierno, y los mejores meses para verla son octubre, febrero y marzo.
Su mayor frecuencia se registra entre las 6 de la tarde y la 1 de la madrugada. Sin embargo, las condiciones meteorológicas también juegan un papel importante y hay que tener en cuenta que septiembre, octubre y noviembre tienden a ser meses húmedos sin precipitaciones en forma de nieve en el norte.
A partir de diciembre el tiempo se vuelve más seco y hay mucha nieve. Si vas en diciembre o enero vas a experimentar las largas noches polares. En febrero y marzo los días se hacen más largos y puedes ver los paisajes nevados durante el día además de tener muchas posibilidades de cazar las auroras boreales por la noche. 
Aun así, no se puede garantizar nada. Algunas semanas puedes tener la suerte de poder disfrutar de vistas muy buenas de forma repetida en una misma noche. Otras veces, la nieve cae con intensidad o simplemente las auroras boreales se mantienen alejadas. Naturalmente, como más tiempo permanezcas a la espera, mayores serán tus posibilidades de ver una aurora boreal.     

Dónde ver la aurora boreal



Teóricamente, se puede ver la aurora boreal en toda Noruega. Sin embargo, los mejores lugares están por encima del Círculo Polar Ártico en el Norte de Noruega o las Islas Svalbard.

El cinturón de auroras boreales entra en el Norte de Noruega por las Islas Lofoten y sigue la costa hasta arriba en el Cabo Norte. Esto significa que ningún otro lugar en la tierra ofrece una oportunidad mejor de avistar las auroras, y cualquier lugar en esta área podría ser bueno para ello. De hecho, uno puede observar las mismas auroras boreales en Lofoten que en Tromsø, simplemente desde otro ángulo.

El tiempo más seco con cielos más claros puedes encontrarlo tierra adentro asegurando mejores posibilidades, según prueban las estadísticas, aunque en caso de fuertes vientos del este el cielo en la costa puede estar más limpio que en las zonas del interior.

Para disfrutar al máximo del espectáculo, evita la luna llena y los lugares muy iluminados, que atenúan considerablemente el panorama. No te olvides de llevar ropa de abrigo.


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