miércoles, 28 de octubre de 2015

El Jengibre



El jengibre, que se utiliza en la medicina tradicional asiática desde hace 2.000 años, es una de las plantas medicinales con mayores beneficios para la salud, y un condimento muy utilizado en la gastronomía.
Los orígenes del jengibre se remontan a épocas anteriores a la historia escrita. Fue una de las primeras especias que llegaron a Europa traídas de Asia por mercaderes árabes.
El jengibre es una planta cuya parte más conocida es su rizoma. También llamado kion, crece en todos los continentes, pero la variedad que solemos encontrar habitualmente en el mercado es la originaria de China y de Perú; sin embargo, el jengibre más valorado es el que procede de India, Australia y Jamaica.
Esta planta tiene un alto contenido en fibra y en aminoácidos como la valina y la leucina (con importantes propiedades cicatrizantes) o la arginina, que estimula el sistema inmunológico. La fibra y el gingerol también están presentes en el kion.
Precisamente el gingerol es el componente que le da su toque picante, ya que es equivalente a la capsaicina, que es la sustancia que hace que los chiles piquen.
Además de estos elementos, también encontramos ácidos como el ascórbico (con propiedades antioxidantes) y ácidos linoleico y alfa-linoleico, tan importantes para nuestra nutrición por formar parte de la serie omega-3.

Beneficios y aplicaciones del jengibre




El jengibre es un vasodilatador y anticoagulante natural que reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares y mejora el riego sanguíneo; además, contribuye al descenso de los niveles de colesterol por la presencia de ácidos omega-3 en su composición.

Tanto en su uso externo como interno, alivia en gran medida los dolores articulares, artríticos o reumáticos, ya que es un potente antiinflamatorio y analgésico que mejora la movilidad de la zona afectada.

Entre sus beneficios también se encuentra el de ser antibacteriano, por lo que reduce problemas digestivos como los gases, meteorismos y diarreas, y también minimiza el riesgo de padecer úlceras y gastritis.

Una de las propiedades más conocidas del jengibre es su capacidad para aliviar las náuseas, ya sean propias del embarazo, las que se producen asociadas al mareo durante los viajes, o las resultantes de procesos de quimioterapia, puesto que es un antivomitivo natural.

Además de para las náuseas del embarazo, las mujeres pueden tomar jengibre para reducir los síntomas asociados a los dolores menstruales ya que posee efectos antiinflamatorios y calmantes. 
El kion también está recomendado para los procesos gripales y resfriados porque baja la fiebre y alivia la congestión nasal; de hecho, también se recomienda a pacientes con sinusitis puesto que reduce la inflamación de los senos nasales.

Por último, está recomendada su ingesta para mitigar las jaquecas y migrañas, así como las molestias asociadas al síndrome de fatiga crónica (SFC).

Masticar jengibre también alivia el dolor de muelas y mejora el mal aliento y, junto con la canela, son dos de los afrodisíacos naturales más conocidos que aumentan la libido, el deseo sexual, y mejoran los problemas de erección.

Gracias a que es muy rico en aceites esenciales, vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos otorga muchos beneficios al cuerpo humano, como los siguientes:

·        Disminuye los dolores reumáticos y menstruales
·        Es eficaz contra la gripe y los resfriados, al favorecer la expectoración
·        Mejora el flujo sanguíneo, por lo que previene las enfermedades cardiovasculares
·        Elimina el mareo y el vértigo
·        Es un afrodisíaco natural, al estimular la libido
·        Es un antidepresivo natural
·        Combate el envejecimiento prematuro y reduce los niveles de estrés
·        Disminuye las migrañas al bloquear los efectos de la protasgladina
·        Previene el cáncer de colon y de ovario
·        Facilita la digestión



Para hacer una infusión de jengibre se utiliza una parte de la raíz


 

Cómo tomar el jengibre


Para gozar de los beneficios de este tubérculo puedes ingerirlo a través de infusiones, en licuados, jugos, ensaladas, guisados o postres; ya sea en polvo, fresco, disecado, en tabletas o jarabes.
El jengibre puede tomarse en sus diferentes presentaciones, esto es: fresco, seco, o en polvo. Habitualmente, la forma más común de tomarlo es en infusiones.

Para preparar esta infusión utilizaremos un litro de agua y un trozo de la raíz, y después de que el agua hierva, incorporamos el jengibre y dejamos reposar durante unos 3 o 4 minutos para, a continuación, endulzar con miel y tomar. También es habitual añadir manzanilla, naranja o limón a las infusiones de jengibre.

Otras presentaciones del jengibre son el aceite esencial, el zumo o las cápsulas. En el caso de los aceites, puesto que la concentración es mayor, no deberían superarse las 9 gotas diarias repartidas en tres tomas. En cuanto a las cápsulas, lo habitual es que se tome una cada 8 horas, siempre y cuando un especialista médico lo supervise y determine el período de tiempo en el que tomarlo.

Respecto a la cocina, esta especia puede utilizarse de muy distintas formas. Desde aliñar ensaladas a sazonar carnes y, por supuesto, es el ingrediente que nunca puede faltar en la preparación de platos con un toque asiático.

Uno de los secretos del toque del jengibre cuando se emplea en la cocina o cuando se preparan infusiones está asociado al momento en el que lo incorporamos al plato o infusión que preparamos. Si lo hacemos al principio de la cocción le dará un sabor más suave, mientras que si se hace al final el efecto será el contrario.



La única contraindicación que genera su consumo es la elevación de la temperatura corporal, por lo que no se recomienda a pacientes con fiebre. Así que si quieres gozar estos beneficios no dudes incluir el jengibre en tu dieta.

El Jengibre en la cocina

El jengibre da sabor a diferentes platos ya que su uso cada vez es más frecuente en la cocina. Da igual que se preparen dulces o salados. Se utiliza tanto en fresco como en seco, incluso, nos lo presentan en conserva de jarabe y cristalizado.

Es muy usado el jengibre fresco en la cocina china, ya que tiene un sabor, limpio, fresco y especiado, así como una textura especial. Picado finamente, machacado o cortado en palillos, se emplea para aderezar muchos platos.

Se usa especialmente para carne, pescado y ensaladas. Con un rallador fino, se pasa unas cuantas de veces por él la raíz. Después se envuelve en papel film y de vuelta a la nevera.

Si nunca lo has probado, cómpralo, y veras como resalta tus guisos de carne y aves, las sopas de verdura, los platos de pescado, pasteles, tartas, galletas, bizcochos, etc.

Como verás tiene infinidad de usos.

Cómo usar jengibre fresco


La raíz del jengibre tiene una piel marrón tierna y presenta muchos nudos. A veces al trozo entero se le llama raíz. Los trozos tienen que ser gruesos, llenos y de piel tersa, firme y sólida.
El jengibre fresco debe conservarse, envuelto holgadamente en papel de aluminio, en la parte baja de la nevera, hasta un máximo de tres semanas, o en el congelador hasta un año. Basta con rallar lo que se necesite y volver a meter la raíz en el congelador o en la nevera. Otra forma de conservarlo es cortándolo en lonchitas, colocándolas en un tarro de cristal y cubriéndolas con jerez seco o aceite de oliva. De este modo se conserva hasta un año en la nevera.
El jengibre fresco es insustituible en platos orientales. En la cocina china se pela y se corta en lonchas o tiras muy finas y se calienta en el aceite para perfumarlo, antes de rehogar el resto de ingredientes. También se distribuye sobre la carne o pescado antes de cocerlos al vapor o de rehogarlos.


Para hacer una pasta especiada para los platos indios al curry, se muele la raíz de jengibre pelada con otras especias, o se ralla con cebolla y ajo. Para dar un fino sabor a jengibre, no hay como frotar un trozo de raíz fresca en la ensaladera o sobre el pato o pollo.
También pueden meterse un par de lonchas finitas dentro de un pescado entero (trucha o caballa, por ejemplo) o remojar una o dos lonchitas en vinagre o aceite para aliñar ensaladas o en almíbar para macedonias de frutas.

Cómo usar raíz de jengibre seca


La raíz de jengibre seca sólo conserva el veinticinco por cien de su peso original, por lo que su sabor es más concentrado. Se prepara a partir de la raíz fresca de una o dos maneras: una de ellas consiste en lavarla y secarla al sol o en un horno, en cuyo caso conserva la piel, pero marrón y arrugada. También puede hervirse, pelarse y (a veces) pasarse por lejía, en cuyo caso será blanca o marfileña.
Puede comprarse suelta o en recipientes, en herbolarios y tiendas de productos orientales. Se conserva envuelta o en un tarro, en un lugar fresco y oscuro. Para que no pierda su aroma debe usarse antes de tres meses. La raíz de jengibre seca debe pelarse, si hace falta, y luego machacarse para que suelte bien su aroma. Lo ideal es darle un par de golpes con un mazo o con el rodillo para separar las fibras.
Es estupendo para adobos de carne, aves y pescado, para guisos y aliños de ensaladas. Si se deja en infusión unas horas, o incluso unos días, su sabor se suaviza. También puede dejarse en remojo en agua, en almíbar o en leche para hacer budines. O añadirse a otras especias para encurtir cebollas, lombarda, pepinillos o (sorprendentemente bueno) melocotones o albaricoques.
Se puede moler la raíz de jengibre seca para hacer jengibre molido, que tendrá un sabor menos pronunciado a nuez moscada que el producto que con ese nombre se vende en las tiendas. Para ello, se corta en trocitos y se machaca en el mortero o se muele con un molinillo de café. Si quedan algunas fibras duras lo mejor es pasar el polvo de jengibre por un tamiz fino.

Cómo usar jengibre molido

El jengibre molido se muele a partir de la raíz seca. El jengibre jamaicano, de color más claro, es el de sabor más delicado, siendo adecuado para platos al horno. El jengibre africano es, en cambio, el de sabor más fuerte y picante. Lo mejor es comprarlo en pequeñas cantidades y conservarlo en tarritos en un lugar oscuro. Debe usarse antes de tres meses.
Se compre molido o se muela en casa, el jengibre molido es muy versátil. En platos horneados combina perfectamente con otras especias: canela, clavo, pimienta o nuez moscada. Sorprendentemente, anima cualquier pasta de bollería y sirve también como condimento del melón.Tiene que usarse con moderación, porque su sabor es fuerte.

Cómo usar jengibre en almíbar



Se elabora con raíces jóvenes y tiernas que se limpian, se pelan, se dejan secar parcialmente y luego se cuecen en un almíbar concentrado que se perfuma con el aroma de la especia. El mejor es el llamado tallo de jengibre.
Tradicionalmente, en China, el jengibre en almíbar se contenía en unos tarros especiales de porcelana delicadamente decorada para la exportación. Hoy en día son tarros muy buscados por los coleccionistas. Tenían forma de bulbo, como tienen los tarros modernos. El jengibre en almíbar se vende en tiendas de productos orientales y especializadas y se conserva al menos un año. El almíbar perfumado también se utiliza.
Directamente del tarro, con o sin nata, el jengibre es un postre perfecto para terminar una comida especiada. Unos trozos de jengibre en conserva con su almíbar son estupendos para distribuir sobre un helado, un budín o para animar cualquier fruta en conserva, sobre todo melocotones y peras.
También es un delicioso glaseado para un jamón al horno o para unos trozos de cordero asado. Añadido a bollos especiados, bizcochos o pastas, conserva la masa jugosa, además de darle un sabor deliciosamente diferente. Los trocitos que se encuentren al comer los bollos estarán ligeramente correosos, animando la textura de la masa.

Cómo usar jengibre confitado


El jengibre confitado o cristalizado es un dulce que se hace a partir de raíces frescas, cocidas varias veces en un almíbar concentrado y puestas a secar. Se vende suelto, al peso o preembalado, en trozos y palitos. Hay que conservarlo en un tarro bien cerrado, en un lugar fresco y oscuro, hasta un mes como máximo pues más allá se encoge y endurece.
Está delicioso añadido a una tarta de manzana o a una macedonia caliente de frutas secas. A mi me encanta agregar unos trocitos a las compotas y mermeladas. En muchas ocasiones se utiliza para sustituir al jengibre en almíbar, pues es más fácil de encontrar. Para usarse, en ocasiones tiene que lavarse previamente para quitar la capa de azúcar y evitar así que se vaya al fondo de la masa que lo contiene.

Cómo usar esencia de jengibre


Tiene que usarse con cautela, pues tiene un sabor y un aroma muy fuertes. Puede añadirse unas gotitas a la crema, a un helado, a una mousse de frutas o a una jalea, aunque es preferible reservarla para usarla cuando no se disponga de la especia en otra forma. Puede comprarse en tiendas especializadas en productos orientales.
Con el paso del tiempo se va cogiendo seguridad en la cocina y se puede empezar a dar a nuestros platos un toque personal, apartándonos un poco de la receta que queramos hacer. Con estosconsejos sobre cómo cocinar con jengibre, espero haber contribuído para que os animéis a crear vuestras propias y personalizadas versiones de los platos que habitualmente preparáis. Ya me contaréis los resultados.

Contraindicaciones y efectos secundarios del jengibre


A pesar de que el jengibre es una de las plantas con más propiedades y beneficios reconocidos para nuestro organismo, debe consumirse con precaución, puesto que también posee efectos adversos. Por ello, la mejor opción antes de tomar esta planta de forma habitual es consultar con el médico, sobre todo si estás siguiendo algún tratamiento médico cuyo efecto pueda verse alterado por la interferencia del jengibre.

Entre sus contraindicaciones encontramos que no puede tomarse si las afecciones del aparato digestivo para las que resulta favorable –tales como úlcerasgastritis, colitis o enfermedad de Crohn– están activas.
También puede interferir en la formación hormonal del feto durante el embarazo, por lo que antes de tomarlo para reducir las náuseas es conveniente que lo consultes con tu ginecólogo que será quien te indique si puedes tomarlo o no y cómo hacerlo. También hay que evitar tomarlo si los sangrados durante la menstruación son muy abundantes para que no aumente el riesgo de hemorragia.

En cuanto a la interferencia sobre los efectos de ciertos medicamentos, si el paciente toma medicación para la diabetes o bien debido a problemas circulatorios, es conveniente que consulte siempre con un especialista, puesto que el jengibre reduce y altera los efectos de dichos fármacos.

También puede producir reacciones alérgicas en su uso tópico, provocando erupciones en la zona tratada y reacciones oculares.

Recetas con jengibre















lunes, 19 de octubre de 2015

LA TINTA





La tinta es un líquido que contiene varios pigmentos o colorantes utilizados para colorear una superficie con el fin de crear imágenes o textos. Comúnmente se considera que la tinta es utilizada en lapiceros, bolígrafos o pinceles; sin embargo, es utilizada extensivamente en toda clase de impresiones.

Las tintas antiguas consistían en la unión de un pigmento llamado negro de humo, cola y sustancias aromáticas. Había que mezclar con agua para luego usar. Fueron las conocidas con el nombre de tinta china. En la actualidad se utilizan para dibujos y artesanías, y se fabrican de todos los colores, con diversos tintes sintéticos que reemplazan al negro de humo.


HISTORIA DE LA TINTA





Se atribuye la invención de la tinta a los chinos, quienes la inventaron unos 2500 años antes de Cristo. Las primeras tintas estaban hechas con tinturas vegetales naturales. Ya en las primeras pinturas rupestres creadas por el hombre en las cuevas y paredes rocosas, se encuentran rastros de emulsiones coloreadas con las que pintaban sus trazos. 

La tinta se comenzó a usar en la antigüedad para escribir en papiro. Se han encontrado también en Egipto antiguas escrituras en negro y en rojo, en papiros escritos con cálamo, en algunos hipogeos (Sepulturas subterráneas).
Lo cierto es que existen manuscritos tanto chinos, como egipcios que muestran la existencia de una sustancia liviana, ideal para escribir. Las tintas que usaban los escribas medievales provenían de dos recetas usualmente preparadas en aquellos tiempos.

Una era la mezcla del negro de humo con goma y agua que era realmente eficaz y duradera, y la otra era la mezcla de sulfato ferroso con una poción realizada de las agallas de roble.

Los emperadores y reyes escribían con una tinta purpúrea (sácrum encáustum) que solo ellos tenían derecho a usar y estaba hecha con la sangre del murex, un molusco que producía la púrpura. El emperador de Oriente León Augusto dispuso por una ley expresa que la firma purpúrea era privativa de la majestad mandando que no se formasen con otro color que con el purpúreo las inscripciones imperiales.

Se escribían también algunos libros con letras de oro o plata, tales como los libros sagrados que Eleazar, príncipe de los sacerdotes envió a Tolomeo II Filadelfo, ejemplar que demuestra la antigüedad de esta costumbre.

En el imperio de Oriente estuvo tan admitida la práctica de escribir en oro que la historia de Constantino hace mención del oficio decrisographos o escritores de letras de oro.

Se escribía antiguamente con tinta colorada que llamaban indiferentemente milton, minium, cinabrio y sinopis cuyas voces explica Plinio. De este color ser servían para las letras mayúsculas, para los títulos y sinopsis de los capítulos de las leyes, cuyo resumen facilitaba la memoria y la inteligencia, de cuyo color rojo rubro tal vez vino el llamarse rúbricas los títulos de las leyes, las rúbricas eclesiásticas y hasta el derecho supremo o de soberanía como el que procedía de las leyes de las Doce Tablas en el derecho civil o romano a la manera que el Album Praetoris y demás tribunales inferiores le tomaron del Albo. Los nombres de los emperadores estaban escritos en rojo en los estandartes.

La venta comercial de tintas preparadas se popularizó en el siglo XVIII. El avance de la pluma metálica requirió otro tipo de tintas distintas a las usadas hasta ese momento con pluma de ave, ya que el tipo de tinta existente corroía las plumas metálicas.

Luego en el siglo XIX, se empezaron a producir tintas más adecuadas para escribir con plumas metálicas. En 1856 se introdujeron los colores provenientes de anilinas que resultaron ser menos corrosivos que los colores anteriormente empleados.


COMPOSICIÓN





Cuando aparecieron las estilográficas se fabricaron tintas especiales, de secado rápido. Los bolígrafos usan tintas más similares a las de imprenta. Éstas se fabricaban en sus comienzos, con negro de humo mezclado con barniz o aceite de linaza hervido.

En la Europa del Siglo XIII aparecen las tintas de color, para lo cual se les incorporaban pigmentos, y barnices que variaban según la superficie a imprimir. Hay tintas de imprenta que se acercan más a la pintura que a la tinta para escritura.

Las tintas que se usan para imprimir están formadas por un agente colorante, que puede ser un pigmento vegetal, mineral o sintético, en un medio o vehículo, que puede ser agua, aceite o barniz, y aditivos, que le dan la consistencia y características físicas adecuadas.

TIPOS DE TINTAS



Las variedades más antiguas de tinta que se conocen incluyen a la tinta china, varios colorantes hechos a partir de metales, la cáscara o cobertura de diferentes semillas y animales marinos como el calamar o el pulpo.

La tinta china es negra y originaria de Asia. La tinta de nuez fue utilizada por muchos artistas antiguos para obtener coloración marrón-dorado utilizada en sus dibujos.

Las tintas pigmentadas contienen otros componentes como los barnices para asegurar la adhesión del pigmento a la superficie y prevenir que sea removida por efecto de abrasión mecánica. Estos materiales son generalmente resinas (en tintas solventes) o aglutinantes (en tintas al agua).

Las tintas pigmentadas tienen la ventaja que cuando son empleadas sobre papel, éstas permanecen sobre la superficie aplicada. Esto es una característica deseable, porque cuanta más cantidad de tinta queda sobre el papel, se necesita menos cantidad de tinta para obtener la misma intensidad de color.

Los colorantes, sin embargo, son generalmente mucho más fuertes y pueden producir más color de una densidad dada por unidad de masa, porque el tamaño de partícula es menor que el de un pigmento. Sin embargo, debido a que los colorantes son disueltos en una fase líquida, tienen una tendencia a ser absorbidos por el papel, haciendo a la tinta menos eficiente y también permitiendo que se corra de su lugar, produciendo un efecto desprolijo y de poca calidad en la impresión, sin embargo estos tienen mayor transparencia que los pigmentos por tanto en cuyos casos se requiera de menor opacidad estos son los idóneos.

Para solucionar este problema, las tintas basadas en colorantes son fabricadas con solventes como el toluol (metil benceno) y xilol (dimetil benceno) que hacen su secado mucho más rápido porque el punto de ebullición de estos solventes es menor o son utilizadas con métodos de impresión de secado rápido, como el soplado con aire cálido sobre la impresión fresca.
Otros métodos, particularmente aconsejables para tintas que no son utilizadas en aplicaciones industriales (debido a que poseen una alta toxicidad) tales como las impresiones a chorro, incluyen el recubrimiento del papel con una capa cargada. Si el colorante tiene la carga contraria, entonces es atraído y retenido por esta capa, mientras que el solvente es absorbido por el papel.

Una ventaja adicional de los sistemas basados en la tinta con colorantes es que las moléculas de los colorantes interactúan químicamente con los otros componentes de la tinta. Esto significa que ellos pueden beneficiarse más que la tinta pigmentada de aclaradores ópticos y de resaltadotes de color para incrementar la intensidad y apariencia de los colorantes.

A causa de que los colorantes adquieren su color a partir de la interacción de electrones en sus moléculas, la manera en que los electrones se puedan mover es determinada por la carga y rango de la dislocación del electrón con los otros ingredientes de la tinta. El color surge de en función de la energía de la luz que recae sobre el colorante.

Una desventaja de los métodos basados en tinta coloreada es la mayor susceptibilidad al desvanecimiento, especialmente cuando se expone a rayos ultravioletas como los emitidos por la luz solar.


Las tintas también se clasifican de acuerdo a cómo se secan, porque esta es una de sus propiedades más importantes. Hay tintas que se secan por oxidación, por evaporación o por absorción. Las tintas más modernas se secan al entrar en contacto con el papel. También hay tintas llamadas monoméricas que se secan cuando son expuestas a ciertas radiaciones como luz ultravioleta o rayos gamma. Este tipo se usa en impresiones de alta velocidad.

Hay tintas que se secan con el calor, y otras que, por el contrario, se calientan para imprimir y secan al enfriarse. Es importante que el tiempo de secado sea el suficiente para que las tintas no se corran o pinten las demás copias al ser apiladas (a esto se le llama repinte).

La consistencia de la tinta también es de gran importancia. Tiene que tener el grado exacto de espesor y pegajosidad para que se adhiera bien al papel sin emplastarse.


TINTA EN IMPRESORAS




En las impresoras de inyección la tinta va incluida un cartucho. Se usa un cartucho para el negro. Los demás colores se forman mezclando en diferente proporciones magenta, amarillo o cian.
A veces se utilizan más de 3 colores + negro para mejorar la calidad de la impresiones fotográficas, normalmente 5 o 6 + el negro.

En las impresoras matriciales se usa una cinta impregnada en tinta como las máquinas de escribir y en las láser se usa el tóner.

Aparte de tintas para cada color se usan también tintas fluorescentes invisibles que solo se ven a la luz ultravioleta.
También tinta o toner magnético para procesado automático, tinta con efecto papel carbón, incluso se están desarrollando tintas borrables.