El té
El té es
una infusión de las hojas y brotes de
la planta del té (Camellia sinensis) de la familia de las
Theaceae(s). Es consumida, ya sea como bebida
caliente o fría, por aproximadamente la mitad de la población mundial, formando parte fundamental de culturas como la
oriental o la inglesa, pero gracias a sus muchos beneficios sobre nuestra
salud cada día más personas han hecho de beber té un hábito
fundamental en su rutina diaria.
Está
compuesto químicamente por cafeína,
taninos, polifenoles y aceites esenciales, donde a pesar de la falsa
creencia, su concentración media de cafeína oscila entre
el 2,5 y el 4%, frente a sólo el 1,5% presente en el café.
La popularidad de esta bebida
es solamente sobrepasada por el agua.
Su
sabor es fresco, ligeramente amargo y astringente; este
gusto es agradable para mucha gente.
La
infusión de té aporta un promedio de 2
kcal cada 100 g (3 calorías por taza de té), donde su composición es de un
99% de agua.
Se le reconoce algún aporte de potasio y de vitamina B, aunque en
cantidades muy reducidas.
Propiedades
del té
El té tiene sales minerales: sodio, potasio, y níquel. También
contiene hierro y cobre, silicio,
aluminio, magnesio, fósforo y calcio, aunque algunas de ellas pierden su
solubilidad con el envejecimiento de las hojas.
Otro de los contenidos
importantes del té es el flúor,
conocido protector de los dientes.
El aceite esencial destilado del té es de color amarillo y posee
un fuerte olor, que es la causa de los aromas del té.
Los componentes más conocidos
del té, y los más apreciados por su efecto, son sin duda las bases xánticas, la
principal de las cuales es la cafeína,
aunque también contiene teofilina y teobromina.
La presencia de vitaminas en el
té es mínima, pero constituyen un enriquecimiento de la bebida, dado que
contiene vitaminas A, B, C, E y P.
Se argumenta que el consumo de
té es benéfico para la salud por
contener antioxidantes, flavanoles, flavonoides,
catequinos y polifenoles.
Sin importar el tipo que
tomes, el té en general es un gran
diurético y uno de los mejores
antioxidantes por lo que colabora en la prevención del envejecimiento, favorece
la reducción de colesterol, mejora tus
defensas, ayuda a combatir la anemia por su contenido de hierro y aporta
cero calorías por lo que al consumirlo caliente te ayuda a combatir la ansiedad de comer.
Debido a sus catequinos, el té
tiene propiedades anti-inflamatorias
y neuroprotectoras; y por su afinidad con los receptores canabinoides puede disminuir el dolor y la naúsea,
sirviendo también como calmante.
El consumo del té verde está asociado con una
disminución del riesgo de problemas de salud entre los adultos mayores tales
como: infartos, deterioro
cognitivo y osteoporosis.
El té contiene L-teanina sustancia relacionada
con un estado mental calmado en humanos. Un estado similar al que se encuentra
entre los practicantes de meditación.
El término "té herbal" se refiere comúnmente a infusiones de frutas
o hierbas que no incluyen a la planta de té tales como el mate, la manzanilla y
la tila entre otros.
Se considera que el té con
mayor cantidad de principios activos altamente benéficos para la salud humana
es el té verde.
El té verde también contiene tanino (el
cual disminuye la absorción de hierro y ácido fólico). Puedes intentar mezclar
té verde con otros ingredientes saludables como el jengibre.
Beneficios del té verde
1. Pérdida de peso. El té verde
aumenta el metabolismo. El polifenol encontrado en el té verde ayuda a
intensificar los niveles de oxidación de grasa y la manera en la que tu cuerpo
convierte comida en calorías.
2. Diabetes. El té verde
aparentemente ayuda a regular los niveles de glucosa disminuyendo el aumento de
azúcar en la sangre después de comer. Esto puede prevenir el alza de insulina y
el almacenamiento de grasa.
3. Enfermedades
cardíacas. Los
científicos piensan, que el té verde trabaja en el aislamiento de los vasos
sanguíneos, ayudándolos a mantenerse calmados y ser capaces de resistir los
cambios en la presión arterial. También ayuda a protegerse en contra de la
formación de coágulos en la sangre, los cuales son la mayor causa de paros
cardíacos.
4. Cáncer de esófago. Puede disminuir el
riesgo de cáncer de esófago, pero también se cree que mata las células
cancerígenas en general sin dañar el tejido que las cubre.
5. Colesterol. El
té verde reduce el colesterol malo en la sangre y mejor el índice de colesterol
bueno a colesterol malo.
6. Alzheimer y
Parkinson. Se
dice que disminuye el deterioro causado por el Alzheimer y el Parkinson.
Estudios hechos en ratones mostraron que el té verde protege a las neuronas de morirse
y recupera las neuronas dañadas.
7. Caries. Estudios
demostraron que el antioxidante químico “catequin” del té puede destruir
bacterias y virus que causan infecciones de garganta, caries y otras
enfermedades dentales.
8. Presión arterial. Se cree que el
consumo regular de té verde reduce el riesgo de alta presión arterial.
9. Depresión. La teanina es
un amino acido naturalmente encontrado en las hojas de té. Es esta sustancia la
cual se cree que brinda un efecto relajante y tranquilizante y es un gran
beneficio para quienes toman té.
10. Antiviral y
antibacterial. Los
catequines del té son fuertes agentes antibacteriales y antivirales que hacen
más efectivo el tratamiento de todo desde la influenza hasta el cáncer. En
algunos estudios el té verde ha demostrado que reprime muchas enfermedades de
difundirse.
11. Cuidado de la
piel. El
té verde aparentemente también ayuda a las arrugas y las señales de
envejecimiento. Esto es por sus actividades antioxidantes y anti-inflamatorias.
Estudios animales y humano han demostrado que la aplicación de té verde en la
piel puede reducir el daño causado por el sol.
Variedades
de té
Té
blanco. Hojas jóvenes (brotes nuevos del arbusto) que no se han
oxidado; los brotes pueden haber sido protegidos del sol para evitar la
formación de clorofila.
Té
verde. Un favorito en Asia, es así denominado porque las hojas se
secan y son fragmentadas rápidamente después de ser recogidas. El té hecho de
estas hojas más fresco en el sabor que otros tipos de té. A causa de esto, el
té verde generalmente no se sirve con leche ni azúcar.
Té
amarillo. Té semifermentado o fermentado parcialmente comparable al
té azul u oolong. Su sabor es similar al del té blanco y el verde.
Té
azul. Con un grado de oxidación media. Entre los tés negros y los
tés verdes. Sus hojas son fermentadas cerca de la mitad del tiempo empleado en
el té negro.
Té
negro. Da lugar a una infusión rojiza y oscura; el té negro es
muy popular en los países occidentales. Es un té muy procesado y el que más
contenido en teína posee. Después de que las hojas se escogen, se fermentan y
se secan. El tamaño de las hojas determina la graduación de té negro. Las
variedades comunes del té negro incluyen Ceilán, Assam, Darjeeling y Sikkim,
considerados estos últimos por muchos los dos tés negros más finos.
Té
rojo.
A diferencia de otros tés, que suelen tomarse tras su recolección, el proceso
de fermentación de esta variedad puede durar de 2 a 60 años en barricas de roble,
lo que hace que las hojas obtengan un color cobrizo y, por lo tanto,
también la infusión.
Té
en rama, o también conocido como té de invierno, es una mezcla
de tés hecha de peciolos, tallos y ramitas de té Bancha, variedad común
japonesa de té verde. Está disponible como té verde o en versiones
más oxidadas. El kukicha tiene un sabor y aroma únicos, debido a
incluir en su composición partes de la planta de té que se excluyen en otras
mezclas. Es de color muy claro amarillo-verdoso.
Té
gusano. Se prepara con las semillas en lugar de las hojas. Usado
como producto medicinal en China.
Té
Matcha. Es un té verde molido empleado en la ceremonia
japonesa del té.
Té
Turco. Es una forma de té negro, se produce principalmente al
este de la costa del Mar Negro. Es común beberlo muy caliente, se suele
verter algo de azúcar de remolacha.
Té
Darjeeling. Té que ha sido cultivado, desarrollado,
producido, manufacturado y procesado en jardínes de té de las áreas montañosas
de la Sub División de Sadar, sólo áreas montañosas de la Sub División de Kalimpong.
Darjeeling es una denominación de origen.
Historia
del té
Su origen se remonta a la mitología japonesa que lo acredita al Santo Budista Chino Bodhidharmaquien habría permanecido frente a una pared meditando durante nueve años. Durante sus meditaciones el santo se durmió y al levantarse se encontraba tan disgustado por haberse dormido que se cortó sus párpados para asegurarse que esto no le ocurriera nuevamente. De sus párpados caídos al suelo crecieron plantas cuyas hojas inmersas en agua caliente producían una bebida que combatía el sueño.
Contrario
a la creencia que el té fue impuesto por los británicos, el uso occidental del té fue impuesto por los holandeses.
Estos lo trajeron a Holanda en sus viajes y lo ingresaron a América a través de
New Amsterdam (posteriormente llamada New York) a mediados del siglo XVII.
La
costumbre del té de las 5 de la tarde fue impuesta por la esposa del 7mo Duque
de Bedford, Anna, cerca del año 1840. Debido a que en esa época la gente
desayunaba muy fuerte y no consumía otro alimento hasta la cena a las 8 de la
noche, la duquesa institucionalizó una alimentación a las 5 de la tarde con té
y tortas.
El té en sus múltiples
presentaciones es la tercera bebida más popular del mundo después del agua y el
café. La costumbre de servir hojas de la planta del té (Camellia Sinensis) para
conferir un buen sabor al agua hervida se utilizó por primera vez en China hacia el año 250 a. C. y desde
ese momento se ha expandido a casi todas las regiones del mundo con una gran
aceptación de los consumidores.
Consumido inicialmente como un
tónico medicinal, la popularidad del té fue creciendo hasta convertirse en una
bebida mística que desarrolló nuevas tradiciones y rituales para su consumo. El
té fue tan importante para la cultura china que incluso tuvo su Edad de Oro
-durante la dinastía Tang- y su libro sagrado, el Cha Sing o
Arte Clásico del Té, en el que se detallan de forma poética las diferentes
técnicas y formas de prepararlo.
Otra contribución del té fue el
desarrollo de la cerámica en China,
con el propósito de desarrollar utensilios para su consumo que caracterizaran y
diferenciaran la riqueza de la gente que los poseía.
La
ruta del té y los caballos fue una ruta comercial entre Lhasa en
el Tíbet y la zona productora de té en Sichuan en China. Esta
ruta que cruza la meseta del Tíbet, supera, en algunos pasos alturas de 5000
metros sobre el nivel del mar.
La ruta, transportando té hacia
Lasha y caballos en el sentido contrario, estuvo activa hasta mediados
del siglo XX. El primer tramo de la ruta entre Yaan y Kangding en
China, donde el té era transportado por porteadores demoraba unos 20 días.
Las cargas transportadas superaban frecuentemente el peso del mismo
porteador, hombres y mujeres llevaban hasta 135 kilogramos. Ancestralmente
cada Kilogramo de té transportado era recompensado con un kilogramo de arroz.
En Kangding, a unos 2550 metros
sobre el nivel del mar, el té era cocido y envuelto
en paquetes impermeables, protegidos con piel de yak, cargados en
caravanas que demoraban 3 meses en llegar a Lhasa.
Según antiguas tradiciones, la afición de los tibetanos por el té se
remonta al siglo VII de nuestra era, introducido por la esposa
china del monarca tibetano. El té utilizado en el Tíbet es la variedad más
rústica de la planta del té. En efecto los bloques de té enviados se
preparan, hasta nuestros días, con los tallos, las ramas y las hojas más
grandes, lo que lo hace más amargo.
A partir del siglo XVIII los ladrillos de té se convirtieron en
moneda de cambio, en el siglo XII el comercio alcanzaba anualmente millones de kilos para cambiarlos
por unos 25.000 caballos para el ejército chino.
El té entró en contacto con los europeos por primera vez en la India,
cuando los portugueses llegaron a ella en 1497, ya que en la India el uso
del té estaba muy extendido. El primer cargamento de té debió llegar a Ámsterdam (Holanda)
hacia 1610, por iniciativa de la Compañía Neerlandesa de las Indias
Orientales.
En Francia no aparece la nueva bebida hasta 1635 o 1636. En
Inglaterra, el té negro llega a través de Holanda y de los cafeteros de Londres
que lo pusieron de moda hacia 1657. El consumo de té solo adquirió notoriedad,
en Europa, en los años 1720-1730. Empieza entonces un tráfico directo entre
China y Europa. Para este momento, aún el consumo en Europa oriental era mínimo
y casi exclusivo de Holanda e Inglaterra. Francia consumía muy poco, Alemania
prefería el café y España era aún menos aficionada. Pero, con el tiempo y con
la ayuda de los comerciantes europeos, el té llegó a todo el mundo, tanto para
su cultivo como para su consumo.
En
Inglaterra llegó a todas las clases sociales, pobres y ricos lo
bebían. Incluso se dice que reemplazó a la ginebra (muy requerida por
las clases bajas inglesas). Hoy, tomar té es una de las características del
Reino Unido.
El té helado es una de las formas más populares en que se consume
la bebida. Se ha marcado como fecha de “invención” 1904, en la feria de St.
Louis. Sin embargo, Johann Georg Kohl ya había descrito este uso de
la bebida en 1842 al escribir la manera en que los rusos conservaban hielo del
invierno para utilizarlo durante el verano.
En 1904, gracias a Thomas
Sullivan se populariza la bolsa de
té. Ésta pretendía solo indicar la dosis para una taza, requiriendo abrirla
para usar su contenido. Sin embargo, los clientes vieron la conveniencia de
utilizar las bolsas mismas como parte de la preparación del té. Al modo en que
se acostumbre actualmente.
Este simple producto sufrió
diversas modificaciones y no fue sino hasta 1964 que aparece la bolsa de té que
encontramos actualmente en venta.
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