SOPAS, CALDOS, CREMAS, PURÉS Y POTAJES.
Platos
todos ellos propios de tiempos fríos, a veces se toman en épocas que no lo son
tanto, pero en definitiva entonan el estómago y aportan gran cantidad de
nutrientes. Es muy importante no exceder la cantidad de grasa que se utiliza en
su preparación para que todos ellos resulten exquisitos, sin que por ello sean
fuertes y dañinos. Aptos a todas las edades admiten todo tipo de ingredientes y
unas pequeñas reglas que iremos enunciando en cada apartado.
SOPAS
Y CALDOS
La sopa es
un plato esencialmente líquido, que se confecciona a partir de un principio
sencillo: un alimento sólido, introducido en un líquido frío, y sometidos ambos
a la acción del calor, las propiedades y virtudes del alimento sólido se trasladan
al líquido. Sopas y caldos se realizan bajo este principio fundamental, sin
exigir más conocimientos. La diferencia entre ambos es bien sencilla, el caldo
es el resultado de la cocción de alimentos, colado y sin ingredientes sólidos,
a excepción de algún tropiezo, si se quiere; mientras que la sopa, es ese
caldo, más un montón de ingredientes: pasta, arroz, legumbres, pescados,
verduras, carne, etc., según el gusto de cada uno.
El caldo es
la base de las sopas, purés, cremas y de algunas salsas, todos ellos se pueden
condimentar con hierbas aromáticas añadiendo sabores distintos.
El mundo de
las sopas, caldos y cremas es muy amplio, pero en un principio se pueden
agrupar según la densidad y composición
final de sus ingredientes:
Sopas
con “tropiezos”: de verduras, pescado, pasta, arroz, etc. Algunos de sus
ingredientes están perfectamente diferenciados, no interesa que cueza demasiado
para que no se deshagan y se desfiguren los alimentos que las componen.
Sopas
velouté o aterciopeladas: se confeccionan con verduras, aves, pescados
finos y se rematan añadiendo nata y yemas de huevo.
Cremas
o purés ligeros: los ingredientes se mezclan con ayuda de un pasapurés o
batidora, hasta formar un líquido espeso.
Consejos
a la hora de preparar sopas, caldos y cremas:
Si no quieres que la sopa quede demasiado clara, ajustate a la
cantidad de agua necesaria por persona. Si a pesar de todo te queda muy líquida,
podrás espesarla añadiendo un poco de harina. Pero toma siempre la precaución
de tostarla previamente para que no tenga un sabor harinoso.
Si te ocurre lo contrario, es decir, la crema está demasiado espesa
y no te ha quedado caldo para aclararla, añade un chorrito de leche o nata líquida,
en vez de agua para que te quede más sabrosa.
Para asegurarte que la sopa o crema no te queda muy salada es
mejor sazonar al final. Si aún así te has pasado con el aderezo, podrás
arreglarlo añadiendo un trozo de patata cruda y dejando que cueza durante unos
minutos, para retirarla posteriormente.
Cuando prepares una sopa o crema no olvides que los ingredientes
se cuencen con la cazuela tapada para que se evapore la menor cantidad de agua
posible.
Después de triturar las cremas en la batidora es aconsejable colarlas
para que te queden más suaves, especialmente las cremas de legumbres. De esta
forma quitarás todos los restos de pieles que pudieran tener.
Cuando sirvas la crema como plato principal calcula 250 centímetros
cúbicos (cc) por persona. Si va seguida de un segundo consistente, 125 cc serán
suficientes.
Para acompañar a las cremas resultan deliciosos unos picatostes,
daditos de beicon fritos o unas tostadas gratinadas con queso.
CALDOS
BÁSICOS
Los fondos
o caldos básicos son caldos o jugos de cocción que se utilizan para acompañar las
carnes asadas o para humedecer o suavizar guisos, estofados y salsas. Puedes
ser grasos o magros y claros y oscuros pero los principales caldos bsicos o
los llamados fondos de cocina que te ayudarn a preparar el resto de platos son
tres:
Fumet de pescado:
. Ingredientes:
Vino, espinas, cabezas,etc. de pescados blancos, zanahorias, apio, cebolla,
puerro, laurel, pimienta negra recién molida, limón, sal gorda, y agua.
. Preparación:
Cocer durante 20 minutos todos los ingredientes. Retirar las espinas y
continuar la cocción otros 30 minutos más. Colar y reservar en la nevera ( una
vez que se enfrie) hasta un máximo de una semana. (Puedes congelarla en recipientes )
Caldo de verduras:
. Ingredientes:
Cebolla, manojo de perejil, ramas de apio, puerros, zanahorias, nabos, sal y
agua.
. Preparación:
Dejar hervir con la cazuela tapada durante hora y media. Una vez frio, colar y
reservar en la nevera hasta que vaya a utilizarse.
Fondo de carne:
. Ingredientes:
Huesos de caña, trozo de morcillo, zanahorias, apio, nabos, cebolla, una
pastilla de caldo de carne, puerros y agua.
. Preparación:
Hervir durante un par de horas como mnimo con la cazuela tapada. Dejar enfriar
a temperatura ambiente y conservar en la nevera.
El tiempo de cocción de todos los caldos básicos se reducen a la
mitad si se realizan en la olla a presión.
POTAJES
Los potajes
y los cocidos son excelentes por sus propiedades nutritivas, resultan económicos
y es muy reconfortable degustarlos en tiempos fríos, aunque las prisas y las
comidas fuera de casa han hecho que pasen al olvido, pero resultan ser magníficos
platos únicos.
Pucheros y
cazuelas de barro conservan todo el sabor de los alimentos en ellos cocinados.
Aunque los potajes tardan bastante en hacerse, requieren poca dedicación. Por
lo general, se trata de platos intermedios ente los caldos y los guisos que
pueden llevar verduras, carne, legumbres o cualquier otro producto que se les
quiera añadir.
Entre los
cocidos, el más popular es el madrileño, y probablemente el más sabroso y
sustancioso. Lo más destacado de este plato es que todos los ingredientes que
sirven para dar sabor al caldo, al mismo tiempo constituyen una suculenta
comida.
Otro tipo
de cocidos son los que están hechos con fondo, es decir, con un preparado de
huesos y verduras. Se elaboran relativamente deprisa ya que la cocción depende
de lo que tarde en ablandarse el ingrediente más duro. Es muy importante que el
caldo tenga muy buen sabor por lo que el fondo conviene hacerlo con esmero.
. Ingredientes: Lo más importante para
que un potaje o un cocido tenga éxito es saber escoger acertadamente sus
ingredientes y conseguir que el caldo tenga un sabor delicioso.
Hay que
elegir huesos que tengan mucha carne no sólo para que den gusto sino también
para que puedan ponerse en el plato final.
Las
verduras deben ser de primera calidad, muy frescas y tiernas. Deben cortarse en
trozos pequeños y echarse en la olla casi desde el principio.
Debido a
que son comidas muy consistentes, los potajes y cocidos sirven perfectamente
como platos únicos. Son muy familiares y reconfortan en los días fríos del
invierno.
Algunos
ejemplos son las minestrones, preparadas con caldo fuerte casero, repollo con
codillo, el caldo de rabo de buey, los pucheros de cordero o gallina, etc.
Consejos
para la preparación de potajes:
. Elimina
el exceso de grasa una vez cocidos todos los ingredientes.
. Los
pucheros deben espumarse meticulosamente al principio de la cocción y nunca se
cuelan antes de servirlos, sino que se sirven con todos sus ingredientes. La
única excepción es el cocido madrileño.
. Una buena
idea es freír unos picatostes que luego se añadirán al final por encima del
caldo. Aportando un aspecto agradable. Los mejores picatostes son los que se
hacen con pan duro, con lo que además aprovechamos el pan sobrante del día anterior.
. Combina
tus legumbres preferidas con otros alimentos que contengan proteínas animales o
vegetales que les complementen (carnes, pescados, cereales, arroz, pastas,
etc.,) y tendrás platos completos y nutritivos.
. Las
legumbres no tienen grasa ni vitaminas A y C, por ello es conveniente
mezclarlas con verduras que si contengan estas vitaminas.
. Los
potajes de legumbres saben mejor si los cocinas en cazuela de barro, al fuego
de leña o en el horno. Pero como requieren un tiempo de cocción prolongado, lo
más práctico es la olla exprés.
. Para la
realización de potajes debe utilizarse abundante agua o caldo, pues absorben
mucho líquido. No hay que añadir la sal hasta terminado el tiempo de cocción,
pues la sal impide que se ablanden los ingredientes.
. Los
potajes tienen una gran ventaja, se conservan en la nevera, en un recipiente
bien tapado, hasta tres y cuatro días.
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